HATHA YOGA
Es el tipo de Yoga más conocido y practicado en Occidente. Hatha es un término general que abarca todas las técnicas psico físicas del Yoga: estas incluyen posiciones corporales (asanas) para favorecer la fuerza y la flexibilidad; ejercicios de control y manejo del prana a través de la respiración respiración (pranayama); limpiezas, y llaves energéticas (bandas y shatkarmas); gestos psíquicos (mudras) para canalizar el prana; relajación y meditación.
Su práctica actúa directamente sobre el cuerpo-mente purificándolo y dotándolo de la armonía y el equilibrio necesario para la consecución del estado de superconsciencia (samadhi).
Ha significa Luna y Tha quiere decir Sol. Ambas srepresentan las fuerzas mentales y vitales que componen el ser humano. Obtener el equilibrio entre estas dos fuerzas es el objetivo principal del Hatha Yoga.
Fue introducido originalmente por un sabio de la India llamado Yogi Swatmarama, y es la base a través de la cual otros muchos otros estilos de yoga han sido desarrollados, incluidos Ashtanga, Kundalini, Vinyasa, etc.
Este sistema actúa muy beneficiosamente en todos los sistemas del cuerpo: muscular, digestivo, hormonal, circulatorio, glandular, nervioso y energético. Su práctica regular activa y potencia todo el organismo, elevando el sistema inmunológico, pacificando el ánimo y armonizando todas sus funciones psicosomáticas.
Yoga mental o Meditación
La Meditación es un proceso de autoinvestigación sobre la propia mente. Meditar es comenzar un viaje desde la superficie de la mente hacia sus rincones más profundos. Este viaje nos irá llevando a una buena comprensión de todos los elementos que configuran nuestra naturaleza más profunda y así ser capaces de despertar un gran potencial que yace dormido en nuestro interior.
La meditación es un estado de consciencia en el que se trasciende la dinámica dual del pensamiento, un estado en el que el meditador, el objeto de la meditación y el proceso de la meditación se funden en una unidad, donde sólo queda la experiencia.
Sus técnicas están basadas en la observación atenta de los fenómenos relacionados con el cuerpo, los procesos mentales, las emociones, y los cambios que suceden en el ritmo y el patrón respiratorio. El meditador ha de adoptar la actitud de ser un espectador pasivo, que simplemente observa, permite y acepta, sin emitir ningún juicio o análisis intelectual sobre los diferentes acontecimientos y procesos internos.
Los primeros pasos en una clase de yoga mental consistirán en adiestrarnos poco a poco en la ejecución y el dominio de la postura de meditación, cuya firmeza y estabilidad permitirán un mejor acceso a la observación y regulación de la respiración mediante diferentes técnicas y pranayamas. Todo ello facilitará el camino para adentrarnos en diferentes métodos de desarrollo de la atención y la concentración que a su vez, sembrarán el terreno para que el estado meditativo suceda naturalmente. En realidad, la meditación surge cuando la concentración se prolonga un tiempo determinado.
Durante la práctica de la meditación se producen beneficiosas modificaciones en diversas funciones fisiológicas y en la actividad cerebral: la práctica de la meditación armoniza el funcionamiento del sistema límbico, mejorando nuestra respuesta emocional ante los acontecimientos externos, mejorando nuestra calidad de vida psíquica y emocional. Potencia la salud, estimulando los procesos autocurativos del propio cuerpo. Aporta sosiego, equilibrio, positividad, estabilidad, voluntad, memoria, concentración, empatía, generosidad, creatividad y autoconocimiento.